Más del 80% de las microempresarias en etapa de acumulación ampliada o expansión destinan sus préstamos a la adquisición de mercadería, según un estudio de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (Fusai) y el programa de El Salvador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
El informe titulado “Estado de la mype: la otra cara de la economía” destaca que la proporción de empresarias que eligen utilizar créditos para comprar mercadería aumenta en las microempresas de acumulación ampliada. En detalle, el 87.9% de los negocios con ventas mensuales entre $4,201 y $8,300, catalogados como acumulación ampliada, utilizan los fondos para este propósito. En contraste, el 72.2% de las microempresas en expansión, que generan más de $9,200 mensuales, hacen lo mismo.
La encuesta también revela que la remodelación o adecuación del negocio es la segunda razón más común para destinar los créditos, con un 29.4% de las empresas lideradas por mujeres optando por esta alternativa. Además, el 23.5% de las empresarias utilizan los préstamos para adquirir activos fijos, lo que refleja su interés en el crecimiento de sus negocios.
Los préstamos también son utilizados para cubrir gastos operativos, realizar mejoras en la vivienda, gastos personales o familiares, adquirir vivienda o terreno, y mejorar su situación crediticia al saldar otras deudas.
A pesar de la posibilidad de acceder a este tipo de financiamiento en El Salvador, el informe revela que el 57.1% de las propietarias de microempresas en acumulación ampliada o expansión consideran que obtener un crédito es difícil o muy difícil. Este porcentaje es aún mayor entre las empresarias de 18 a 29 años y aquellas que operan de manera ambulante.
Fusai destaca que las respuestas de las microempresarias evidencian la necesidad de que el gobierno y la cooperación internacional desarrollen programas específicos para jóvenes emprendedores. Las microempresarias enfrentan dificultades de financiamiento por diversas razones, como un historial crediticio deficiente y la falta de un récord crediticio formal.
El informe también señala que las empresarias se ven afectadas por tener deudas elevadas, las altas tasas de interés del mercado, la falta de formalidad en sus negocios y la incapacidad de ofrecer garantías requeridas por las instituciones financieras.