La aerolínea estadounidense Spirit Airlines, reconocida por su modelo de bajo costo, volvió a acogerse al Capítulo 11 de la ley de quiebras en Estados Unidos, apenas meses después de haber salido de un proceso similar. La decisión responde a las dificultades financieras que enfrenta la compañía tras un fallido intento de reorganización.
El recurso legal fue presentado ante la corte federal del distrito sur de Nueva York y permitirá a la empresa reestructurar su deuda bajo la protección judicial, mientras mantiene sus operaciones y el pago de salarios y beneficios a empleados y contratistas.
“Spirit pretende utilizar el proceso del Capítulo 11 para implementar los amplios cambios necesarios que aseguren un futuro sustentable y fortalezcan su propuesta de valor en el mercado aéreo”, señaló la compañía en un comunicado oficial.
La aerolínea ya había recurrido a este mecanismo en noviembre del año pasado, después de fracasar en sus intentos de fusión con otras empresas del sector. En marzo logró salir de la protección judicial mediante el canje de cerca de 800 millones de dólares en deuda por acciones. Sin embargo, la falta de renegociación en los contratos de arrendamiento de aeronaves y la persistente carga financiera de más de 2.000 millones de dólares terminaron presionando nuevamente a sus finanzas.
Con este escenario, el directorio de la compañía concluyó que una nueva reestructuración bajo el Capítulo 11 es la única vía para estabilizar la operación y rediseñar su estructura de costos en un entorno altamente competitivo.
El caso de Spirit vuelve a poner en evidencia los retos que enfrentan las aerolíneas de bajo costo en Estados Unidos, donde la presión de los costos operativos, la volatilidad en los precios del combustible y la intensa competencia han complicado la sostenibilidad de varios actores del sector.