El hallazgo de varios fragmentos del Titán, el sumergible desaparecido desde el domingo en el Atlántico, descarta la posibilidad de que haya sobrevivientes, según las autoridades.
Los restos de la cápsula estaban en el fondo del mar a unos 3.800 metros de profundidad y a menos de 500 metros del lugar donde descansa desde hace más de un siglo el Titanic, el legendario barco hundido al que se dirigía la expedición del Titán, lo que indica una «implosión catastrófica», según la Guardia Costera de EE.UU.
La inmersión completa hasta el naufragio, incluido el descenso y el ascenso, duraba ocho horas en total y se había completado en varias ocasiones con el sumergible propiedad de OceanGate. Pero el pasado domingo el sumergible perdió el contacto con los radares horas después de iniciar su inmersión.
Las autoridades expresaron sus condolencias a las familias de los 5 pasajeros del Titán: un explorador británico con varios récords Guinness, el presidente de OceanGate, un padre y un hijo de Reino Unido de origen pakistaní y un prestigioso científico considerado uno de los mayores expertos en el Titanic.
Embarcarse en la inmersión para ver los restos del Titanic requería dos cosas: espíritu de aventura y mucho dinero. El multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años, tenía ambas.
El explorador y turista espacial, que residía en Emiratos Árabes Unidos, era fundador del Grupo Action y presidente de Action Aviation, una empresa de servicios de ventas y operaciones de aviación con sede en Dubái.
Graduado en Ciencias Naturales e Ingeniería Química en la Universidad de Cambridge, Harding era desde joven un apasionado del cielo y el espacio, por lo que se hizo piloto y paracaidista.
En 2022 fue condecorado entre las Leyendas Vivas de la Aviación y es miembro de la junta de The Explorers Club, un reconocido club internacional de exploradores y científicos.
Harding había viajado varias veces a la Antártida, a donde acompañó en 2016 al exastronauta Buzz Aldrin cuando este se convirtió en la persona de más edad en llegar al polo sur con 86 años.
En 2017 colaboró con la empresa de turismo de lujo White Desert para introducir el primer servicio regular de aviones privados a la Antártida.
Su espíritu de aventura lo llevó también al espacio. En junio de 2022 viajó a bordo del New Shepard en un vuelo suborbital como parte de la misión NS-21 de Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos.
Harding tenía tres récords Guinness: en 2019 dio en avión la vuelta al mundo más rápida a través de los polos; y en 2021, junto al estadounidense Víctor Vescovo, batió dos marcas de distancia y duración en máxima profundidad oceánica al descender a unos 11.000 metros en la Fosa de las Marianas.