Casi 50 locales de TGI Fridays han cerrado abruptamente en la última semana, lo que ha generado preocupación sobre el futuro de la cadena de restaurantes en medio de informes que sugieren una inminente declaración de bancarrota. A partir de este lunes, el localizador de tiendas de TGI Fridays muestra que quedan 164 restaurantes operativos, una disminución significativa de los 213 que estaban abiertos la semana pasada. Este es el mayor número de cierres desde enero, cuando 36 ubicaciones fueron cerradas por bajo rendimiento.
Aunque TGI Fridays no ha respondido de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre los cierres ni ha publicado una lista de las ubicaciones afectadas, informes de medios locales indican que los restaurantes en varios estados, incluidos California, Ohio, Nueva York, Nueva Jersey, Florida y Missouri, se vieron impactados. Algunos de estos cierres representan una salida completa de ciudades como Columbus, Ohio, y Buffalo, Nueva York.

Los cierres ocurren en un contexto crítico, ya que TGI Fridays se encuentra en conversaciones con prestamistas para obtener financiamiento que le permita continuar operando mientras se prepara para una posible reestructuración bajo el Capítulo 11. Según Bloomberg, la cadena está buscando una inyección de efectivo que le permita manejar sus operaciones y reestructurar su deuda.
John Bringardner, jefe de Debtwire, sugiere que TGI Fridays podría utilizar la protección del Capítulo 11 para encontrar un comprador para parte de su negocio, rechazar arrendamientos no rentables y ajustar su deuda, lo que le permitiría salir de la bancarrota con una presencia más reducida pero viable. Bringardner también mencionó que la disminución en el número de ubicaciones, los cambios en las preferencias de los consumidores y la competencia de cadenas de comida rápida más económicas han dejado a la empresa con dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras.
En un año difícil para la industria de restaurantes, varias cadenas, como Red Lobster y Buca di Beppo, ya se han declarado en bancarrota debido a cambios en los hábitos de consumo, impulsados en parte por la inflación que ha llevado a los comensales a reevaluar sus gastos. La situación de TGI Fridays es un reflejo más de las presiones que enfrenta el sector en un entorno económico desafiante.