Luego de la consolidación de los negocios digitales durante la pandemia, ahora el desafío es la consolidación y plantear proyectos estratégicos.
Este año sin duda está destinado a convertirse en el año de la recuperación y el reinicio estratégico de todas las empresas en sus negocios digitales, desde la más grande a la más pequeña.
Un año en el que el mundo aspira a dar salida a la pandemia para, ahora sí, valorar sus consecuencias y centrar los esfuerzos en la reconstrucción de nuestra sociedad y la nueva agenda de crecimiento global.
El entorno volátil en el que nos desenvolvemos exigirá que las compañías no solo sean resilientes, sino flexibles con amplia capacidad de adaptabilidad a las nuevas necesidades de los consumidores que surgen.
Entender las tendencias de consumo y mercado local y regional, permite detectar las oportunidades que nos ayuden a afrontar los retos que se avecinan en lo que es ya un cambio de época.
1- Adaptabilidad: capacidad de generar valor en diferentes contextos. Sumar en la vida del consumidor es clave, debe ser la consecuencia natural de la compra
2- Empatía: en busca de marcas con escucha activa, que ofrezcan una propuesta de valor integral, donde el consumidor esté en el centro
3- Digitalización de nuevos sectores: Cada vez hay más actividades que los consumidores resuelven y consumen de forma online y buscan sino están que se monten a los canales digitales
4- Sensibilidad social: Más consciencia que nunca. En busca de marcas comprometidas más allá de la existencia empresarial, principalmente con la salud y el medio ambiente
5- Compra por huella de carbono: certificaciones de este tipo los clientes anima las decisiones de compra.
La rápida adopción del comercio electrónico en 2021 está induciendo a los minoristas físicos a reevaluar su tamaño, ubicación y función futuras.