Durante una reciente sesión de trabajo, los legisladores emitieron dictámenes favorables para impulsar el turismo en la zona costera y ampliar la cobertura eléctrica en comunidades rurales, mediante reformas al Presupuesto General de la Nación y la autorización de préstamos internacionales.
Uno de los dictámenes aprobados permitirá asignar $22.7 millones, provenientes de un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), para financiar la Fase I del programa Surf City, con el objetivo de fortalecer el potencial turístico de los departamentos de La Libertad y Sonsonate. Esta iniciativa se enmarca en la transformación de El Salvador en un destino turístico de clase mundial, evidenciada por un crecimiento del 36 % en los últimos tres años.
La subdirectora general del Presupuesto explicó que existe un acuerdo global de hasta $113 millones para Surf City I, y que con esta asignación se ejecutarán dos importantes proyectos de infraestructura:
Construcción de un intercambiador en el Corredor Pacífico, en la intersección entre la carretera Litoral y la de Acajutla, en Sonsonate. Este incluirá un paso a desnivel, accesos, rampas, un puente sobre el río Sensunapán, drenajes, obras eléctricas y mejoras en la movilidad peatonal.
Ampliación de la carretera entre playa El Obispo y playa El Zonte, en La Libertad. El proyecto contempla duplicar la vía de dos a cuatro carriles a lo largo de 8.67 kilómetros, e incluirá ciclovías, aceras, bahías de buses, miradores y áreas de estacionamiento.

Por otra parte, los diputados también dieron luz verde a un contrato de préstamo por $93 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en segunda vuelta, para financiar el Programa de Acceso Universal a la Energía. Esta inversión, ejecutada por la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), busca que todos los hogares y centros educativos del país, especialmente en áreas rurales, cuenten con servicio eléctrico para el año 2030.
El programa contempla el diseño técnico y construcción de redes de distribución, miniredes y sistemas solares fotovoltaicos aislados, además de fortalecer las capacidades técnicas de la CEL para garantizar la sostenibilidad de los proyectos.
Se estima que con esta iniciativa se beneficiará directamente a unas 8,735 familias en el interior del país, mejorando su calidad de vida y reduciendo las brechas de acceso a servicios básicos.
Estas medidas representan un paso significativo hacia el desarrollo inclusivo y sostenible de El Salvador, fortaleciendo tanto su infraestructura turística como el acceso a la energía en zonas históricamente marginadas.