El precio del café arábica alcanzó su nivel más alto desde 1977, cotizándose a $325.45 por quintal en la bolsa de Nueva York. Este incremento se debe a la preocupación por las cosechas en Brasil, el mayor productor mundial de café, afectado por severas sequías este año.
Jack Scoville, analista de Price Futures Group, explicó que las condiciones climáticas adversas, particularmente la sequía extrema en Brasil, han generado temores de malas cosechas. Según Cemaden, el centro de monitoreo de desastres naturales de Brasil, el país enfrenta su año más seco desde 1981.
El impacto climático no se limita a Brasil. Colombia, el segundo mayor productor de arábica, aún se recupera de sequías recientes, y Vietnam, otro gigante cafetalero, también enfrenta problemas similares.
Factores adicionales
Además del clima, el alza en el precio del café responde a factores geopolíticos. Las interrupciones en el transporte marítimo en el Mar Rojo, posibles aranceles en Estados Unidos tras la elección de Donald Trump y la regulación de la Unión Europea sobre deforestación están afectando el mercado.
En este contexto, muchos agricultores han optado por vender solo lo estrictamente necesario, lo que limita aún más la oferta, según Guilherme Morya, analista de Rabobank.
Por otro lado, el café robusta, que cotiza en Londres, se mantiene cerca de los $5,200 por tonelada. Aunque lejos de su récord histórico de $5,829 alcanzado en septiembre, este nivel sigue siendo significativo, el más alto desde 2008.
Impacto global
La situación refleja cómo el cambio climático y las tensiones geopolíticas están afectando mercados clave, como el del café, un producto esencial para millones de consumidores y una fuente vital de ingresos para países productores.
Los expertos advierten que, de continuar las condiciones climáticas adversas, la volatilidad en los precios del café podría mantenerse en los próximos meses, afectando tanto a productores como a consumidores a nivel mundial.