En el volátil mundo de las criptomonedas, donde algunos consideran que hablar de “dinero inteligente” es una contradicción en sí misma, los inversores institucionales parecen tener una visión distinta, especialmente respecto a Ethereum (ETH). Firmas de peso como Citadel Securities, Susquehanna International y Jane Street Capital continúan apostando por este activo digital, consolidando su participación activa en el ecosistema cripto.

Desde 2018, la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC, por sus siglas en inglés) publica semanalmente el informe Commitments of Traders (COT), el cual ofrece transparencia sobre las posiciones en derivados de criptomonedas. Este reporte ha permitido identificar patrones entre los denominados “grandes” tenedores institucionales, quienes, en el caso de Ethereum, han demostrado tener un sorprendente timing de mercado.
De acuerdo con el análisis de Forbes sobre los datos más recientes del COT, cerrados al 25 de marzo, los inversores institucionales incrementaron sus posiciones largas (alcistas) en contratos de futuros de Ethereum durante dos de las últimas tres semanas. Esto, pese a que su precio se mantenía en torno a los $2,068, una cifra considerada “sobrevendida” por varios analistas.
El comportamiento de estos actores institucionales no es casual. Durante 2023 y lo que va de 2025, su actividad ha anticipado subidas y caídas del precio de ETH con notable precisión. El promedio actual de empresas con posiciones largas en futuros de Ethereum se sitúa en 38, frente a las 74 que apuestan por Bitcoin, lo que indica un interés creciente, aunque más concentrado, por parte de actores estratégicos.
En comparación con el rendimiento de Bitcoin, cuyo precio se ha más que duplicado en los últimos tres años hasta superar los $82,000, Ethereum ha tenido un desempeño más discreto: su valor ha caído un 32% en el mismo periodo. Sin embargo, esto podría representar una oportunidad más que una señal de debilidad. De hecho, los datos de futuros sugieren que ETH podría alcanzar los $2,400 próximamente, lo que implicaría un alza del 22% desde su cotización actual.
Aunque los riesgos inherentes al mercado cripto no desaparecen la volatilidad, las regulaciones y la competencia tecnológica siguen latentes, el interés institucional en Ethereum envía una señal clara: para el “dinero inteligente”, el momento de comprar podría ser ahora.
¿Están los pequeños inversores listos para seguir ese mismo camino? El mercado lo dirá. Pero si la historia reciente sirve de guía, prestar atención a los movimientos institucionales puede ofrecer una brújula más confiable que el simple instinto.