El mercado de la alta relojería, que vivió dos años consecutivos de récord en 2022 y 2023, experimentó una notable contracción en 2024. A pesar de la caída generalizada en las ventas, algunas de las marcas más prestigiosas del sector, como Rolex, Cartier, Audemars Piguet, Patek Philippe y Richard Mille, lograron mantener un rendimiento excepcional, destacándose como las grandes excepciones en un mercado difícil.
El informe anual elaborado por el banco de inversión Morgan Stanley y la consultora suiza LuxeConsult, en su octava edición, revela los desafíos que enfrenta la industria relojera. A pesar de que la facturación global de la alta relojería alcanzó los 50.000 millones de francos suizos (52.436 millones de euros) en 2024, la incertidumbre económica, especialmente en China, se mantiene como un factor crucial para el futuro inmediato del sector. De hecho, la región asiática, un mercado clave para las marcas suizas, muestra señales de inestabilidad que podrían influir en las proyecciones para los próximos años.

El informe subraya que solo 11 de las 50 principales marcas de relojes aumentaron sus ventas durante el año pasado, lo que pone de manifiesto la creciente competencia y los efectos de la desaceleración económica en el sector del lujo. A pesar de la contracción del mercado, las marcas más consolidadas en la alta relojería siguen siendo capaces de captar la atención de los coleccionistas y consumidores más exclusivos, lo que les permite mantenerse en la cima del mercado global.
Aunque los tiempos son inciertos para la industria, las marcas más fuertes continúan demostrando su capacidad para sobresalir y adaptarse a los cambios, lo que garantiza que la alta relojería siga siendo un sector de lujo atractivo para un público selecto.