¿Puede una empresa funcionar sin humanos? Esa fue la pregunta que se plantearon investigadores de la Carnegie Mellon University (CMU), en Estados Unidos, cuando decidieron crear una compañía en la que todos los trabajadores —desde desarrolladores hasta personal de recursos humanos— fuesen agentes de inteligencia artificial (IA). El experimento, sin precedentes, arrojó resultados tan sorprendentes como preocupantes.
La iniciativa fue bautizada como The Agent Company, una firma ficticia compuesta exclusivamente por programas de IA que interactúan, toman decisiones y ejecutan tareas del mundo laboral real. Durante semanas, no hubo reuniones presenciales, pausas para el café, ni interacción humana, pero la empresa, de forma virtual, siguió funcionando.
El objetivo principal del proyecto era comprobar qué tan lejos puede llegar la IA sin supervisión humana directa. Las tareas asignadas incluían desarrollo de software, análisis de datos, gestión de proyectos, administración y finanzas, todas distribuidas entre distintos agentes automatizados.
“Mucho se habla sobre si los agentes de IA reemplazarán tareas humanas, pero no existía un entorno que simulara realmente el día a día de una oficina”, explicó a Infobae el investigador Yufan Song, uno de los autores del estudio.
Para lograrlo, los científicos programaron cada agente con responsabilidades específicas y los integraron con herramientas reales como navegadores web, plataformas de documentación y sistemas de gestión de proyectos. Incluso simularon conversaciones entre “colegas” para recrear un entorno colaborativo.

Éxitos y fracasos
Los resultados fueron mixtos. En algunas tareas, como procesamiento de información técnica, codificación básica y seguimiento de cronogramas, los agentes de IA lograron desempeñarse con eficacia. Sin embargo, enfrentaron serios desafíos en contextos que requerían creatividad, toma de decisiones complejas, criterio ético o empatía.
Además, cuando surgieron conflictos entre agentes o había que redefinir prioridades de negocio, la empresa comenzó a estancarse. “Faltaba liderazgo real y capacidad para interpretar el contexto más allá de los datos”, señaló Song.
El estudio aporta un enfoque novedoso a un debate que sigue creciendo: el del reemplazo del trabajo humano por máquinas inteligentes. Un informe de Goldman Sachs publicado en 2023 advirtió que la IA podría sustituir hasta 300 millones de empleos a tiempo completo. Pero, como demostró este experimento, la autonomía total de las máquinas aún enfrenta serios límites.
Aunque The Agent Company fue solo una simulación, los investigadores aseguran que sus hallazgos serán clave para entender dónde la IA puede ser útil y dónde todavía se necesita la intervención humana.
“No se trata de eliminar al ser humano, sino de redefinir su rol en entornos cada vez más automatizados”, concluyó Song.