El fabricante automotriz nipón Nissan Motor anunció este jueves un recorte de 9.000 empleos en todo el mundo y una reducción de su capacidad de producción del 20 %, con vistas a mejorar su liquidez y su rentabilidad tras el agudo empeoramiento de sus resultados financieros semestrales.
El segundo mayor fabricante japonés del sector e integrante de la alianza con Renault y Mitsubishi hizo públicas estas medidas de reestructuración durante la presentación de sus resultados para abril-septiembre, que reflejan una caída de su beneficio neto del 93,5 % respecto al mismo semestre del año pasado.
Nissan, que cuenta por ejemplo con plantas de fabricación de autopartes en Ávila y Cantabria, en España, llevará a cabo esta amplia reestructuración de sus operaciones «con vistas a hacerse más fuerte, resistente y adaptable de cara al futuro», según dijo el presidente y CEO de la empresa, Makoto Uchida, en rueda de prensa.
El grupo también revisó drásticamente a la baja sus previsiones de ingresos y beneficios operativos para el ejercicio 2024. «Ante la gravedad de la situación, Nissan está tomando medidas urgentes para revertir sus resultados y crear una empresa más reactiva y resiliente», indicó en un comunicado.
Plantas en México, Brasil y Argentina
Uchida no ofreció detalles sobre en qué países ni cuándo exactamente se llevará a cabo este recorte de su plantilla, y afirmó que se «revisará y discutirá» el nivel de producción en cada región donde tiene operaciones.
Nissan cuenta con una plantilla de unos 130.000 empleados en todo el mundo, por lo que la reducción de 9.000 puestos de trabajo supondría aproximadamente el despido del 7 %.
En Latinoamérica, Nissan Motor dispone de tres plantas de producción de vehículos en México, una en Brasil y otra en Argentina, esta última compartida con su socio Renault, según los datos proporcionados por la firma en su web.
Nissan Motor «no ha sido capaz de adaptarse a los tiempos»
El máximo responsable de Nissan Motor anunció asimismo que habrá cambios en la cúpula directiva de la empresa que se concretarán en los próximos meses, así como recortes en la remuneración de sus altos ejecutivos -del 50 % en el caso del propio CEO-, a raíz de los resultados negativos presentados este jueves.
La empresa también venderá una décima parte de su participación en su socio Mitsubishi Motors, de la que hasta ahora poseía un 34,01 % dentro del esquema de propiedad cruzada en la alianza tripartita.
«No vamos a empequeñecer a nuestra empresa, sino a hacerla más dinámica y adaptable a un entorno de negocios que cambia de forma acelerada», dijo Uchida, quien también admitió que Nissan Motor «no ha sido capaz de adaptarse a los tiempos» ni «capaz de ser lo suficientemente rápida».