Salma Hayek, la actriz mexicana que ha dejado huella en Hollywood, sigue consolidando su posición no solo como figura cultural, sino también como una empresaria de alto impacto. En 2025, su patrimonio personal alcanza los 200 millones de dólares —más de 3.500 millones de pesos mexicanos— según datos de Celebrity Net Worth, reflejando décadas de trabajo constante y una notable diversificación de negocios e inversiones.
La trayectoria de Hayek ha sido marcada por su versatilidad frente a la cámara y su visión empresarial. Desde sus primeros roles en cine y televisión hasta su participación en grandes franquicias, la actriz ha sabido ampliar su influencia y capital. En 2021, se unió al universo cinematográfico de Marvel interpretando a Ajak en Eternals, y recientemente formó parte de producciones como Magic Mike: The Last Dance y la sexta temporada de Black Mirror. Estos proyectos no solo refuerzan su impacto cultural, sino que proyectan un crecimiento adicional en sus ingresos para los próximos años.

El éxito de Hayek trasciende la actuación. En el año 2000 fundó Ventanarosa Productions, su propia casa productora, desde la cual impulsó títulos como El coronel no tiene quien le escriba (1999), Frida (2002) —en la que también interpretó el papel principal—, The Maldonado Miracle (2003) y la serie Ugly Betty (2006-2010). Además, ha dirigido videoclips para artistas de renombre como Prince y Jada Pinkett Smith, consolidando su reputación como creadora integral de contenido.
A su faceta artística se suma una sólida estrategia de inversión. En 2011 lanzó su marca de tequila Herederos y participa en empresas de jugos naturales (Cooler Cleanse), productos de belleza (Blend It Yourself) y cosméticos vendidos en farmacias CVS. La actriz también forma parte del consejo de administración de Kering, uno de los conglomerados de lujo más importantes del mundo, propietario de marcas como Gucci, Balenciaga y Yves Saint Laurent, presidido por su esposo François-Henri Pinault, cuya fortuna supera los 7.000 millones de dólares.
Desde sus inicios hasta la fecha, Salma Hayek ha demostrado que la combinación de talento, visión empresarial y diversificación financiera puede transformar la fama en un verdadero imperio económico, consolidándola como una de las mexicanas más influyentes y exitosas en la industria global del entretenimiento.