La Secretaría de las Culturas y Artes del Gobierno del Estado de Oaxaca (SECULTA) solicitó este miércoles la suspensión inmediata de la comercialización del modelo de calzado “Oaxaca Slip On”, lanzado recientemente por la marca deportiva Adidas. Este diseño está inspirado en los huaraches tradicionales del municipio de Villa Hidalgo Yalalag, Oaxaca, y ha generado controversia por no contar con la autorización ni el reconocimiento de la comunidad indígena que creó este patrimonio cultural.
En un comunicado oficial, SECULTA denunció que la empresa y el diseñador Willy Chavarría incurrieron en una apropiación cultural al utilizar elementos característicos del huarache sin haber establecido diálogo previo con la comunidad afectada. La secretaría advirtió que esta acción “invisibiliza a los verdaderos creadores del patrimonio cultural” y perpetúa prácticas históricas de despojo cultural, además de violar la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas.

El organismo estatal demandó no solo la suspensión de la venta del calzado, sino también la apertura de un proceso de reparación y reconocimiento público hacia la comunidad de Villa Hidalgo Yalalag. En respuesta a la polémica, el diseñador Willy Chavarría eliminó las publicaciones relacionadas con el modelo de sus redes sociales, mientras que el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, informó que se estudia la presentación de una denuncia formal contra Adidas por esta presunta apropiación cultural.
Este episodio se suma a una serie de enfrentamientos entre comunidades indígenas mexicanas y grandes marcas internacionales por el uso no autorizado de diseños tradicionales. En años recientes, el Gobierno de México ha emitido comunicaciones oficiales a distintas firmas de moda para proteger el patrimonio cultural de las comunidades originarias, buscando evitar que sus símbolos sean explotados comercialmente sin consentimiento.
Para Adidas, empresa global con fuerte presencia en el mercado latinoamericano, este caso representa un riesgo reputacional y un llamado a revisar sus procesos de diseño y responsabilidad social, sobre todo en mercados sensibles a temas de identidad cultural.