Los incendios de vehículos eléctricos en la India se han convertido en una constante, con incidentes en ocasiones mortales que han desatado la inquietud entre los consumidores, y que el país asiático busca remediar con una normativa más estricta.
Ocho personas murieron y una decena resultaron heridas el pasado septiembre en el estado sureño de Telangana debido a un incendio en un concesionario de motos eléctricas, en uno de los peores sucesos recientes de este tipo.
Un hecho similar el pasado 25 de octubre calcinó 36 motocicletas eléctricas en el estado vecino de Andhra Pradesh, sin dejar víctimas mortales, y según datos del Gobierno más de 6.600 vehículos eléctricos fueron retirados de la circulación solo el pasado abril por motivos de seguridad.
Impacto negativo
«Estos incendios, por supuesto, han tenido un impacto negativo en la adopción de los vehículos eléctricos», ha explicado a EFE Jasmeet Khurana, que dirige la iniciativa sobre movilidad eléctrica del Foro Económico Mundial para la India y otros mercados emergentes.
Los motivos de estos fuegos son variados, según Khurana, en un ecosistema que «todavía es bastante pequeño» pero que cuenta con medio centenar de fabricantes «todavía en fase de maduración en los controles de calidad».
Pero la razón principal es el sobrecalentamiento de las baterías, poco adaptadas a la variedad de temperaturas y condiciones de humedad en el subcontinente indio.
«Se trata sobre todo de una cuestión de calidad e ingeniería», reconoce.
El director general de la Sociedad de Fabricantes de Vehículos Eléctricos (SMEV) de la India, Sohinder Gill, apuntaba en un comunicado el pasado octubre a la «escasez aguda» de ensambladores de baterías de buena calidad.