El gobierno salvadoreño ha anunciado un ambicioso proyecto para la construcción de una planta de generación eléctrica con biogás en el río Acelhuate. Este proyecto no solo producirá energía, sino que también busca reducir la contaminación de las aguas residuales en esta importante vía pluvial que atraviesa parte de la capital.
La planta será financiada en parte por Arabia Saudita con $83 millones, mientras que la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) aportará $15.25 millones, totalizando una inversión de $98.4 millones. “Esta firma no es casualidad, las relaciones bilaterales entre Arabia Saudita y El Salvador gozan de un muy buen momento lo que evidencia nuestro más profundo interés en seguir avanzando en la relación bilateral, y que contribuirá a consolidar un férreo intercambio entre ambas naciones”, declaró la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill, tras la firma del convenio bilateral.
Según Hill, el proyecto mejorará la calidad de vida de los capitalinos y sostuvo que la purificación del río Acelhuate es una “deuda histórica”. En la firma del acuerdo estuvieron presentes, además de la canciller Hill, el presidente de CEL, Daniel Álvarez, el ministro de Hacienda, Jerson Posada, y el presidente ejecutivo del Fondo Saudita para el Desarrollo, el sultán Bin Abdulrahman Al-Almarshad.
La planta de generación eléctrica con biogás en el río Acelhuate “garantizará una mejor infraestructura y una importante reducción de la contaminación de las aguas residuales”, señaló Hill. Destacó que más de 1.2 millones de habitantes se beneficiarán de esta obra en términos de energía, salud y saneamiento, por lo que ha sido declarada como proyecto estratégico de utilidad pública.
El presidente de CEL, Daniel Álvarez, explicó que la capacidad instalada en la planta será de 5.43 MW, integrando tres tecnologías: 1.70 MW con biogás, 0.54 MW con planta hidroeléctrica, y 3.19 MW con energía fotovoltaica. Álvarez también mencionó que el proyecto permitirá sanear el 70% de las aguas residuales del Área Metropolitana de San Salvador.
“Es un paso fundamental hacia un futuro más limpio y sostenible para El Salvador”, sostuvo Álvarez.
Este ambicioso proyecto no solo representa un avance significativo en la infraestructura energética del país, sino que también aborda una problemática ambiental crítica, buscando equilibrar desarrollo y sostenibilidad para beneficio de todos los salvadoreños.