La Defensoría del Consumidor inició una nueva modalidad de inspecciones encubiertas a partir de este viernes para identificar y sancionar anomalías cometidas por proveedores, informó el presidente de la institución, Ricardo Salazar.
Esta iniciativa del gobierno tiene como objetivo vigilar y monitorear el mercado de manera más efectiva. Los inspectores encubiertos, autorizados para detectar prácticas abusivas, se harán pasar por consumidores comunes para identificar irregularidades como incrementos injustificados en el precio de artículos, condicionamiento en la venta de bienes y servicios, y la contratación al consumidor.
El personal de la Defensoría, capacitado para estas inspecciones, se presentará en los establecimientos como consumidores. Una vez detectada alguna anomalía, el inspector encubierto se identificará formalmente y activará un procedimiento administrativo ante el Tribunal Sancionador.
Objetivos de las inspecciones encubiertas
Además de las prácticas abusivas mencionadas, los inspectores encubiertos buscarán detectar publicidad engañosa, falta de información en promociones y ofertas, y el incumplimiento de las condiciones de oferta. Esta nueva estrategia se basa en las recientes reformas a la Ley de Protección al Consumidor, vigentes desde el pasado 3 de julio.
El personal también se enfocará en detectar aumentos injustificados en los precios de bienes y servicios en compras con tarjeta de crédito, así como incumplimientos en las obligaciones y prohibiciones especiales para proveedores de servicios financieros. Las multas impuestas por estas infracciones pueden variar entre 50 y 500 salarios mínimos.
Ricardo Salazar destacó que esta estrategia se alinea con los esfuerzos continuos de la Defensoría del Consumidor para proteger el bolsillo de los hogares salvadoreños y prevenir abusos en el mercado.
Con esta medida, el gobierno refuerza su compromiso de garantizar un mercado justo y equitativo para todos los consumidores en El Salvador.