Cada año, entre junio y agosto, el avistamiento de luciérnagas convierte a Tlaxcala en un centro turístico efervescente, generando una derrama económica clave para comunidades rurales y negocios locales. Más que un fenómeno natural, este espectáculo se ha consolidado como un motor de desarrollo económico sostenible en la región.

Se espera un movimiento en la economía en más de 300 millones de pesos
Según cifras de la Secretaría de Turismo de Tlaxcala, conducida por Josefina Rodríguez, la temporada alta de luciérnagas genera cifras que superan los 300 millones de pesos en años anteriores. Esta cifra incluye ingresos por hospedaje, alimentación, transporte, venta de artesanías y servicios turísticos como los recorridos guiados nocturnos.
Por otra parte, la micro empresas rurales son las grandes protagonistas, ya que el fenómeno ha impulsado la creación de cooperativas, ejidos turísticos y pequeños negocios familiares en municipios como Nanacamilpa y Calpulalpan. Muchos de estos emprendimientos ofrecen alojamiento tipo cabaña, experiencias gastronómicas locales y recorridos ecológicos, generando empleo temporal para cientos de familias.
Sumado a los anterior, el incremento al turismo nacional e internacional es positivo. Antes de la pandemia, Tlaxcala recibía más de 100,000 visitantes por temporada de luciérnagas. Esto representa una oportunidad clave para hoteles, transportistas, restaurantes y comercios minoristas.
La temporada ha sido un catalizador para la formalización de la economía local. Muchas comunidades han creado asociaciones legalmente constituidas, accedido a financiamiento gubernamental y recibido capacitación en atención al cliente, manejo sustentable del bosque y promoción digital. Esto no solo mejora la experiencia del visitante, sino que eleva la calidad del servicio y la competitividad del destino.
El avistamiento de luciérnagas en Tlaxcala no solo representa una joya natural, sino una oportunidad de crecimiento para cientos de pequeños empresarios y familias. Este modelo de turismo ecológico, basado en la sostenibilidad y la economía local, está marcando una ruta que otros estados de México ya observan con interés.